Algo de Psicología Deportiva
Un excelente articulo sobre como somos, para analizarse y reconocer nuestra mente.
Además
de las capacidades como fuerza, resistencia y flexibilidad, tener algo
que se podría denominar como “fortaleza mental”, es requisito
indispensable para ser deportista.
Lamentablemente lograr nuestros
objetivos nunca es fácil, tanto en entrenamientos como durante las
competencias habrá que “meter huevo” y hacer sacrificios…y no todas las
personas tienen esa voluntad o esa fortaleza que se necesita…podemos
tener a alguien con una genética envidiable, capaz de realizar de forma
excelente los gestos técnicos específicos del deporte que practica y con
un entrenamiento que en el papel es excelente y no deja nada librado al
azar…pero si esta persona se desanima fácilmente ante resultados
adversos, si le tiene miedo al dolor físico, si no esta dispuesta a
sacrificar parte de su vida personal para dedicarla al deporte, entonces
nunca será exitoso.
Un deportista menos talentoso pero con mayor habilidad mental tal vez
logre mejores resultados deportivos. Y esto vale tanto para deportes en
equipo como para los individuales, tanto para deportistas amateur como
elite.
Trabajar ésta fortaleza mental debería ser parte del plan de
entrenamiento de cada deportista, no es algo con lo que se nace o no se
nace, es algo que se desarrolla, que se entrena y que se mejora con la
práctica.
Los puntos a desarrollar son:
1) Autoestima"uno es lo que cree que es"
Una persona con una sólida autoestima es capaz de analizarse
objetivamente, reconociendo sus puntos fuertes así como sus debilidades.
El
deportista con autoestima no vivirá cada derrota como un golpe a su ego
sino que será capaz de analizar los factores que influyeron en la falla
y procurará aprender de la experiencia.
El deportista con autoestima
podrá separar su vida personal y profesional de su vida deportiva
evitando interferencias entre ellas, evitando sentirse presionados por
la familia para ganar y evitando que el estrés del trabajo boicotee sus
logros.
Con el autoestima viene la confianza en uno mismo, elemento
vital para cualquier deportista. Aquel que no esta 100% confiado en sus
habilidades y su preparación suele recurrir a rituales y cábalas
pre-competencia.
Confianza y autoestima son evidentes cuando un
deportista fracasa en lograr una marca por ejemplo pero dice: “ya va a
salir”, y lejos de desanimarse continúa trabajando en el objetivo
propuesto.
La mejor forma de crear confianza es ver materializarse
las metas. Ganar o lograr una marca serían las formas mas evidentes,
pero hay otras; realizar entrenamientos claves al ritmo objetivo (por
ejemplo si entreno para 800 metros y hago 3 series de 400 al ritmo de
carrera con pausas de 20 seg entre cada una, estaré seguro de que el día
de la competencia podré cubrir los 800metros a ese ritmo), evaluar
rendimiento en competencias previas (si corrí una 5k hace 10 días a tal
velocidad puedo estimar a cuanto haré una 10k mañana)
En el
desarrollo de la confianza el entrenador juega un papel importante… es
común ver como los entrenadores de equipos les dan sermones acerca del
mal rendimiento que están teniendo y “que se pongan las pilas y empiecen
a jugar enserio” estos sermones además de ser nada constructivos pueden
ejercer un efecto negativo, si el jugador constantemente escucha que es
un inútil y juega mal al final “se la termina creyendo” y va a jugar
mal.
Además los entrenadores deben ser cuidadosos, no solo con las palabras
que usan sino con los gestos y actitudes, algunos atletas tienden a
depositar toda su confianza en ellos, cuando tienen éxito no dudan en
otorgarle la mayor parte del mérito a quien fue el encargado de su
preparación o dirección técnica,… pero cuando fallan son pocos los que
culpan al entrenador, se culpan a si mismos y aparecen pensamientos de
“le fallé”, “no estuve a la altura”, etc, a veces el fracaso se sufre
mas por haber decepcionado al entrenador que por el hecho de no haber
logrado la marca y esto es mas evidente en juveniles quienes aun no son
tan independientes y tienden a buscar figuras parentales en cada aspecto
de su vida.
3) Tolerancia a la frustración y manejo de las emociones
“si te caes 10 veces, te levantas 11”
Debe ser el punto mas difícil de desarrollar, acá influye mucho la
educación que se recibe desde niño…(si se nos “malcria” de chicos
dándonos enseguida cuanta cosa demandemos, es mas probable que lleguemos
a adultos con una muy baja tolerancia a la frustración), también
influyen características de la personalidad de cada uno; personas
ansiosas y poco pacientes tienen menos tolerancia a la frustración, y
por supuesto, personas con baja autoestima también.
Un deportista con
baja tolerancia a la frustración se reconoce porque se enoja muchísimo
cuando pierde, busca excusas y culpables en vez de explicaciones (me
mató el calor….fulano se me atravesó todo el tiempo, el juez cobró todo
mal, fulano nunca me dio un pase bien hecho, etc.), cambia de entrenador
con frecuencia porque “ninguno me sabe entrenar”, etc.
Es lo
opuesto a un deportista con "locus de control interno"(aquel que
atribuye sus logros y derrotas a si mismo en vez de a factores
externos). No hay deportistas exitosos que no tengan esto, todo buen
deportista asume sus fracasos, pero también sabe reconocer como
corresponde sus victorias.
Jamás debemos permitir que emociones
negativas como enojo y frustración dominen nuestras actitudes, además de
incitar a conductas antideportivas (como agresiones hacia otros atletas
o comentarios fuera de lugar) estaremos gastando energía inútilmente,
dejando de enfocar nuestra atención en el juego o en la carrera y
obviamente esto se verá reflejado en el rendimiento
3) Perseverancia
“un gesto que se repite un millón de veces, algún día llegará a ser perfecto”
Los logros no llegan de un dia para el otro, exigen trabajar mucho
tiempo, soportar sesiones largas y duras, hacer sacrificios en la vida
personal evitando el alcohol y las salidas nocturnas, madrugar los
domingos, soportar derrotas en competencias, soportar la incertidumbre
mental de si los objetivos serán logrados, etc.
La perseverancia suele ser innata, pero también se puede desarrollar y mejorar.
Se
reconoce al deportista que será exitoso porque es aquel que nunca
abandona un entrenamiento aunque esté muy fatigado, e aquel que jamás
abandonó una competencia aunque fuera último y sin posibilidad de
repuntar, son aquellos que no se rinden hasta el final, que no dan nada
por perdido hasta que termina el partido y que dan el maximo pese a
factores internos como fatiga o pese a factores externos como mal clima,
árbitros adversos, hinchada del oponente, etc.
4) Disfrute
“ No hay mayor placer que ser el mejor en lo que mas me gusta”
La práctica deportiva tiene su origen en la diversión, el disfrute se
empieza a perder cuando el niño incia un entrenamiento con objetivos
competitivos.
Cuando alguien le pregunta al deportista ¿Por qué
entrena? La respuesta mas rápida debería ser “porque me gusta!”…muchas
veces el deportista de elite deja de tener esto en cuenta cuando
aparecen los sponsor y las presiones por rendir….pero tambien a nivel
amateur puede verse que se pierde el disfrute y aparece el tedio y la
rutina, el entrenamiento se vive como una obligación (que encima no es
satisfactoria) y los resultados en competencia pasan a ser el centro de
todo…acá hay que tener cuidado, porque es en este contexto que empiezan
los problemas de motivación, de autoestima y obviamente esto se verá
reflejado en el rendimiento entrando así en un circulo vicioso para nada
beneficioso. Un signo de alarma es cuando al acercarse la fecha de la
competencia el deportista empieza a mostrarse inseguro, con miedo, o
agresivo… un deportista que disfruta lo que hace sí estará nervioso y
ansioso pero será de una forma positiva, anhelando la fecha pese a las
dificultades que sabe que tendrá, deseando que llegue el momento de
demostrar para que trabajó tanto, en vez de temerle y generarle estrés
por miedo al fracaso
Obviamente que en competencia se sufre..a nadie
le gusta el dolor de pantorrillas que tenes en los últimos 200 metros
de un 800mt…a nadie le divierten las ampollas en los pies al otro día de
un ironman…pero el proceso del entrenamiento se debe disfrutar, el
entorno de la competencia debe ser disfrutable, hay que darse un tiempo
para saborear las victorias, son todas cosas que nos incitarán a volver
al otro día, ponernos las zapatillas y retomar el entrenamiento.
El atleta gana porque se divierte. (no te olvides nunca de ésta fórmula)
5) Manejo de los pensamientos
“El cuerpo hace lo que la mente le dice que haga”
Los deportistas saben lo poderosa que es la mente a la hora de rendir.
Si pensamos que podemos es mas probable que lo logremos. El atleta que
empiece su preparación diciendo “yo nunca voy a poder llegar al top 10”
ya de pique se esta limitando su potencial de rendimiento.
Tampoco es
cuestión de pensar en grande y delirar, acá entra el primer punto
(autoestima), es ponerse una meta realista acorde a las capacidades de
cada uno y convencerse de que se va a lograr el objetivo.
Y tampoco
es cuestión de pensar que la influencia de la mente hará la diferencia a
la hora de la competencia…una alta motivación realmente ayuda a rendir
más, pero nunca es sustituto para una buena preparación física, técnica y
nutricional.
Palabras finales y me voy a correr:Cada vez
mas deportistas reconocen la importancia de la psicología en su
preparación para la competencia. No debería ser raro dentro de unos años
ver psicólogos deportivos trabajando a la par de los entrenadores, los
médicos, los kinesiólogos y los nutricionistas..todo en un plan de
entrenamiento integral del deportista que obviamente asegura mejores
resultados que si solo se limita a lo físico y lo técnico.
Fuente:
http://correruruguay.blogspot.com