Iván Raña ha vuelto a sentirse triatleta puro. Su paso por el ciclismo fue positivo,
le enseñó mucho pero le alejó de las sensaciones del verdadero triatleta.
2010 fue un año complicado, las sensaciones le dejaban confuso
pero 2011 le ha formateado de nuevo el disco duro del triatlón.
El gallego tiene claro que "Este año me empecé a notar otra vez triatleta,
asegura en la Voz de Galicia-Después de un año en el ciclismo,
el 2010 resultó duro. Corría 20 minutos y las rodillas, los tendones y la espalda
me reventaban. Este año me empecé a notar otra vez triatleta.
No se trata de ser quinto o décimo, sino de verte con los mejores después de
14 años en la élite.
Sólo un español tiene la plaza olímpica asegurada. Gómez Noya está
tranquilo
en ese sentido y hay dos plazas por las que pelear hasta
junio que será
cuando se repartirán. Una se otorga computando los
resultados de las grandes
citas en 2010, 2011 y 2012 y la otra según las
marcas de los doce meses
anteriores: "Si
rindo en las primeras pruebas, y hago un buen Campeonato
de Europa [en
Eilat (Israel) el 21 de abril], ya aseguraré el billete, y si no,
tendré
que lograr algún resultado más".
Si hay un triatleta español
que ha vivido varios saltos generacionales en el triatlón
es Iván Raña.
Ha sido un caaleón que se ha adaptado a todo tipo de rivales y de
modelos de afrontar este deporte: "Pude correr con las leyendas del pasado y
con los fenómenos de ahora. Me
motiva medirme con chavales fortísimos,
como lo hice con mitos como
Hamish Carter, Chris McCormack o
Simon Lessing 14 años atrás. Pude
correr con las leyendas del pasado y con
los fenómenos de ahora".
El
primer campeón mundial de triatlón ya tiene planificada su carrera en
el futuro.
Londres 2012 debe ser su última gran cita en distancia olímpica y
aparece
Hawaii en el horizonte como su gran objetivo. Le atrae la larga
distancia y se siente
preparado para este salto de distancia: "El plan A supone seguir en distancia olímpica,
y el B, preparar el Ironman. El
plan A supone seguir en distancia olímpica,
y el B, preparar el
Ironman. Ahora mismo tengo la ilusión de un juvenil
por llegar a
Londres. Pero ya viví todo en la distancia olímpica y me gustaría
acabar
en Hawái".
Si
hay algo que ha cambiado en el triatlón en los últimos años es la
especialización
del deportista que llega a nuestro deporte y Raña lo
tiene muy claro: "Antes
llegaban
muchos rebotados de otros deportes, gente que nadaba muy bien,
pero que no se meneaba corriendo. No tendrían nada que hacer hoy. Ahora
prima una estabilidad
en los tres deportes. Los buenos son más
triatletas, por eso las medias son
mejores".
El mundo de la larga distancia le atrae por a comparación de la distancia olímpica
es "un mercado gigante. En
distancia olímpica, o estás entre los diez primeros,
o es difícil ganar
dinero. El Ironman vende su imagen mejor, y hay un
mercado gigante. En
el Mundial Xterra ya hice contactos por si acabo en
el Ironman. La gente
me conoce y sabe que pasé por el ciclismo.
Eneko Llanos fue
inteligente. Vio que en distancia olímpica ya iba regular,
y en la
larga es uno de los buenos. Ya ganó el Ironman de Arizona
y tiene un
nombre".
Fuente: www.diariodeltriatlon.es
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