El ruso Dmitry Polyansky, con un tiempo de 1h.45:12, cumplió los pronósticos e impidió con un espectacular sprint final que el español Javier Gómez Noya, que reaparecía en competición internacional nueve meses después, revalidara el título de campeón de la prueba de la Copa de Europa de triatlón disputada este domingo en Pontevedra.
Polyanski, quien ya ganó la primera prueba de la Copa de Europa en Portugal, entró en el último segmento, el de la carrera a pie, con una desventaja de cerca de un minuto sobre el deportista gallego, pero el enorme desgaste físico que tuvo que realizar Gómez Noya en la carrera a bicicleta la acabó explotando el ruso, mucho más fresco y en mejor estado de forma.
Gómez Noya, quien había acabado la prueba de natación -1.500 metros en las frías aguas del río Lérez- en segunda posición tras el español Marco Rivera, sabía que sus opciones de victoria pasaban por lograr una considerable ventaja sobre el grupo perseguidor de once corredores, en el que destacaba la presencia de Polyansky, su compatriota Yulian Malyshev o el suizo Sven Riederer.
No obstante, las escasas fuerzas que le quedaban a Marco Rivera obligaron a Gómez Noya a asumir todo el trabajo para mantener la escapaba durante la carrera en bicicleta, un desgaste que acabaría pagando muy caro el ferrolano en los últimos y decisivos metros.
Pese a todo, el gallego, que tiene entre sus principales armas su explosivo final a pie, encaró el último segmento con cerca de un minuto de ventaja sobre el grupo perseguidor, en el que Polyansky ya había tomado el mando para imponer un altísimo ritmo que sólo el suizo Riederer logró mantener.
Una desventaja que el ruso fue limando poco a poco hasta lograr adelantar a Gómez Noya a falta de tan sólo trescientos metros para cruzar la línea de meta, lo que provocó el enfado monumental del deportista gallego, qu entró a cuatro segundos del ruso. En tercera posición, a 16 segundos del vencedor, llegó el suizo Sven Riederer.
Gómez Noya, muy enfadado, no pudo contener su ira y nada más cruzar la meta tiró sus gafas al suelo. Un claro gesto de que, a pesar de encontrarse muy lejos de su mejor estado de forma, por la lesión que arrastra desde los pasados Juegos Olímpicos, al gallego le había dolido mucho perder ante sus paisanos.
Vodickova mandó en la prueba femenina
Por su parte, la checa Radka Vodickova logró su segunda victoria en la Copa de Europa después de dominar con autoridad una prueba femenina que, al igual que la masculina, estuvo marcada por la lluvia y el frío.
La alemana Svenja Bazlen y la rusa Olga Dmitrieva completaron el podio de una carrera en la que la sevillana María Pujol, la mejor española, finalizó en décima posición, y la madrileña Ana Burgos decidió no competir por las duras condiciones climatológicas.
Desde el principio de la prueba, Vodickova, que atraviesa un espectacular estado de forma, intentó imponer un alto ritmo. Nada más comenzar el segmento ciclista (40km) se formó un grupo de siete escapadas, entre las que estaba la española Neus Cayla, que fue perdiendo fuelle poco después de la segunda transición.
A falta de siete kilómetros para la meta, Vodickova logró descolgar a la portuguesa Anais Moniz, que, poco después, también era superada por Bazlen y Dmitrieva, que acabarían segunda y tercera respectivamente.
Fuente:Marca.com
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